MUEBLE ARQUITECTÓNICO
La presente exposición, fruto de la colaboración entre Joselo
Maderista y diversos despachos mexicanos, en su mayoría tapatíos,
arroja luz sobre ciertas dinámicas del diseño, la arquitectura y la
vida cultural de nuestra ciudad en general. Mucha de la producción
cultural de Guadalajara pasa, se concibe, produce y enriquece
apoyada en la tradición y las lógicas de la formación arquitectónica;
lejos de ser un impedimento, es un fenómeno que le ha dado
identidad a la escena local. El encargo, diseñar y producir un
“mueble arquitectónico”, hace manifiesta la forma de operar de
Joselo y su taller, que pese a desenvolverse en los ámbitos del diseño
de mobiliario y el arte, tiene una lógica, referencias e inquietudes
arquitectónicas.
Aquí vemos que cada mueble del taller de Joselo, en general, y
de ésta exposición en particular, es una pequeña arquitectura en sí
misma, con su propio programa, su forma profunda, sus referencias
estéticas y su pertenencia a la tradición histórica tectónica que le
pertenece por naturaleza a las construcciones con madera. Podemos
leer, entonces, las formas de operar de cada una de las prácticas
invitadas al proyecto en las formas y programas que eligieron
para sus muebles: la sobriedad y el peso, la tectónica y la ligereza,
la sencillez, la exploración de las formas geométricas y técnicas
constructivas, algunas especificaciones de ensamblaje, las referencias
evidentes, texturas, colores y la propuesta de uso, cuya libertad fue
parte del proyecto, hacen eco de las arquitecturas de mayor escala
para cada una de las invitadas.
Si esta es una exposición arquitectónica, y toda arquitectura es
una casa —como sabiamente afirma Wang Shu— lo que encontramos
en estos muebles arquitecónicos es la exploración de nuevas formas
para nuestra vida ordinaria.